La muerte de Juan Manuel López es el resultado de una política del estado de Guerrero que utiliza las necesidades básicas de sus pobladores (empleo) como capital político, ya sea para posicionarse ante los ojos de quienes sirven, empresarios legales o ilegales. O para golpear a sus adversarios políticos.
La CETIG forma parte del Movimiento Popular Guerrerence que además de la lucha por sus demandas como gremio, se suman a los acuerdos de Asamblea Nacional Popular. Exigiendo la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala desde el 26 de Septiembre. Manteniendo una actitud ofensiva contra el estado, responsable de la desaparición de los normalistas y de la violencia que aqueja al estado.
No dudamos de la complicidad del Gobierno del estado encabezado por Rogelio Ortega en su intento por desarticular al Movimiento Organizado de Guerrero, que aun con todas sus artimañas se mantiene en píe de lucha, lo demuestra la resistencia que se da en el Planton del Zócalo de Chilpancingo que lleva más de 7 meses en Pie de Lucha y donde la CETIG también hace presencia.
Así mismo hacemos responsable al gobierno del estado por cualquier deceso más que pueda ocurrirle a cualquier integrante de este gremio, pues uno de actores materiales del asesinato confesó que este hecho correspondía a una política de los líderes de transportistas que buscaba eliminar a dicha organización.
No es casualidad, ni nuevo, que los enemigos del gobierno sean atacados, ya sea por el crimen organizado o por otras organizaciones enemigas. Los 43, las policías comunitarias y ahora la CETIG lo confirman, que no se equivoquen que sepan bien; los enemigos siguen siendo la burguesía y su estado burgués.