Una marea roja tiñó de esperanza y dignidad las calles bogotanas, dando a conocer el carácter de la Juventud Rebelde como una organización política que avanzará en construir el Socialismo como alternativa al sistema de depredación, injusticia y desigualdad que ha significado el Capitalismo. Y en dichos términos, desarrollará toda una serie de iniciativas que buscarán aportar en la construcción de escenarios de unidad para la articulación de un gran Movimiento Juvenil Nacional.
Ni las dificultades logísticas y mucho menos de seguridad que vivieron los participante de las diferentes actividades de esta semana, pudieron impedir que se construyeran propuestas para alimentar la perspectiva de una Asamblea Nacional Constituyente, en la que participen los sectores históricamente excluidos y existan verdaderas garantías de oposición política, sin persecución ni criminalización. Dicho de otro modo, la Juventud Rebelde se constituye hoy en Colombia para que, junto a los diferentes sectores del movimiento social y popular, se logre alcanzar el poder para construir un nuevo país.