Un camino expedito para la paz significa un camino sin obstáculos. ¿Si las FARC-EP han puesto este ritmo, han hecho estas propuestas, colocan todo su optimismo y fortalecen su Delegación en función de entregarse plenas al propósito nacional de la reconciliación, quién es el que pone los obstáculos?
Si observamos bien, en los primeros 7 ciclos, se logró, con un enorme esfuerzo de todos, evacuar casi la totalidad del primer ítem del punto uno de la Agenda (Acceso y uso de la tierra. Tierras improductivas. Formalización de la propiedad. Frontera agrícola y protección de zonas de reserva). Y en el octavo ciclo la intensidad y el compromiso de trabajo han sido tales, que logramos evacuar los ítem 1.2 (Programas de desarrollo con enfoque territorial), 1.3 (Infraestructura y adecuación de tierras), 1.4 (Desarrollo social: Salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza) y más de la mitad del punto 1.5 (Estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa. Asistencia técnica. Subsidios. Crédito. Generación de ingresos. Mercadeo. Formalización laboral), dejándose incluso realizado el intercambio de documentos de opinión concerniente al punto 1.6 (Sistema de seguridad alimentaria).
¿Alguien dudaría que haya habido avance? Hacerlo es un despropósito. Todo tiene su tiempo y más cuando hablamos de ritmo, y en el caso nuestro los resultados ya suman muchas cuartillas. Nuestro optimismo frente a la paz no tiene posiciones duales, están listas nuestras propuestas para abordar cualquier punto de la Agenda sin perder de vista su preámbulo que es el espíritu de los diálogos de La Habana. Sabemos que la opinión pública reclama resultados y por eso creemos que ya es hora de presentarle al pueblo colombiano un primer informe de lo que hasta ahora son los puntos de aproximación en el tema del desarrollo agrario y rural.
No olvidemos que las FARC-EP siempre han insistido en hacer un diálogo de cara al país con amplia participación ciudadana, con el constituyente primario como protagonista fundamental.
La Habana, sede de los diálogos de paz.