El Partido del Trabajo de Bélgica pregunta: Porque los trabajadores deberían pagar por esta sobreproducción? Ellos no son responsables de esta crisis. No son responsables de la anarquía de la producción capitalista basada en la búsqueda de lucro para algunos en vez de la satisfacción de las necesidades de la gente.
Para el presidente del PTB Limburgo, Stany Nimmegeers, la situación es clara: desde muchos años, los trabajadores hacen sacrificios de todo tipo para dizque asegurar el futuro de la fábrica. En la última convención colectiva de trabajo en 2010, perdieron 12% de su salario. Hace cincuenta años que los trabajadores de Genk producen autos de muy alta calidad y obtienen enormes beneficios para los accionistas. En 2011, Ford realizó en el mundo un beneficio récord de 8 mil millones de Euros. Como PSA y Opel, Ford quiere hacer cargar el peso de la crisis por sus trabajadores. Como consecuencia: un poder adquisitivo disminuido que conlleva menos consumo lo cual, con el tiempo, incrementa la sobrecapacidad. La sobrecapacidad no es una ley de la naturaleza, es la consecuencia de una política desastrosa.
Stany Nimmegeers hace recuerdo que la fábrica Opel de Amberes ha sido vendida y que la dirección se negó a hacer posible una verdadera recuperación. En cincuenta años, Ford a recibido tantos subsidios del Estado, pagados por el contribuyente belga, e hizo tanto beneficio con el sudor de los trabajadores de Limburgo que ésta fábrica, es en realidad la de los trabajadores. El Estado debe incautarla.
El PTB acaba de fortalecerse en Genk, obteniendo 8,6% y 3 consejeros en las elecciones municipales. Con toda su fuerza, apoyará las acciones de los sindicatos de Ford Genk, comenzando con una huelga de 24 horas en la única unidad de Ford que sigue siendo funcional hoy.